HISTORIA DE LAS ENCHILADAS
Las enchiladas son una herencia que nos dejaron los españoles en su conquista aproximadamente en el siglo XVII, una fusión de sabores entre guatemalteco, hispánico y especias de los árabes del oriente y el mediterráneo.
Un escabeche entre rojo y
corinto que lleva mucho
vinagre, ajo, laurel, tomillo y aceite de oliva,
ingredientes que ayudan a curtir los vegetales
y a preservarlos mejor es por eso el nombre curtido.
Los españoles acostumbraban a comer
este curtido rojo con pan, pero ya que el maíz es un ingrediente tradicional y
muy utilizado en Guatemala, nuestros ancestros decidieron darle su toque con
una crujiente tostada de maíz y de decoración un delicioso huevo duro.
Este antojito se hizo famoso porque se
acostumbra a comerlo en ferias y mercados, pero durante los años muchos chefs y
restaurantes han elevado la receta y ahora pertenece a menús de reconocidos
restaurantes en la ciudad. Una receta que se ha compartido de generación en
generación, y una tradición de comerla en casa en donde cada familia le da su
toque personal.
Las enchiladas no son una comida que
se come todos los días, en algunos casos se come para eventos tradicionales
como en semana santa por la cantidad de vegetales que tiene ya que en el
catolicísimo los viernes no se come carne, al igual que en celebraciones
especiales como cumpleaños, bodas, eventos espirituales etc.
A pesar que las enchiladas son una receta heredada, es una de las comidas guatemaltecas más antiguas y conocida a nivel mundial. Un platillo sencillo y fácil de preparar pero con mucho sabor, texturas, colores vibrantes de diferentes vegetales, carne cocida sazonada a la perfección y especias mediterráneas que todo en conjunto hacen una fiesta en tu paladar.
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